Lago Inle

La llegada al punto inicial del trekking de 3 días que haría hasta el Lago Inle comenzó no sin «problemas» ya que la pequeña ciudad no es más que un mercado y unas cuantas calles que se entrecruzan, donde en un par de horas da tiempo suficiente a conocer lo turístico de ese lugar, de hecho, lo turístico es nada, excepto el mercado y la mezquita, pero mayormente es simplemente un punto de conexión y de partida para rutas por las montañas y/o al lago.

El alojamiento es caro donde quiera que mires, por lo que no merece la pena patear la zona ya que todos cobraran más o menos lo mismo, así que queda resignarse a «es lo que hay».

Mi alojamiento estaba bien, pero el WIFI no funcionaba, se ve que es algo que sucede en toda la ciudad por que justo antes de hacer el check-in y saber que no había internet, recorrí otros hostales y todos tenían el mismo problema, así que me alojé en el primero que vi y me dediqué toda la tarde a hacer arreglo de la maleta, lavadora y pasarme la tarde viendo el «Allá tú» birmano.
A la noche me fui a TIO SAM a agendar el tour de 3 días/2 noches por 40,000K hasta el lago y a comer algo ya que las tripas empezaban a reclamar.

Al día siguiente comenzamos a las 8am donde nuestro grupo éramos 2 alemanes, 2 chinas, 1 israelí y yo, y puedo decir que estos 3 días fueron quizás los mejores del viaje junto con mi ruta por Bagan.

En los 2 días de ruta (son 3 pero el 3ro son solo unos pocos kms y navegar por el río) pasamos por arrozales y plantaciones de té, conociendo aldeanos, visitando escuelas, villas rurales con artesanía…todo muy autóctono pero enfocado a que algo te puedas gastar en esa «parada técnica», yo por mi parte no compre nada que no fuera agua.

La primera noche fue especial ya que tuvimos un cielo muy despejado y fue donde comencé a disparar mi reflex hacia el cielo y probar las fotos con larga exposición. No son fotones pero mira… por algo se empieza.

Dormimos en la segunda planta de una casa (supongo) ya acostumbrada a ser alojamiento de turistas, y a pesar del abrigo, pasé frío,  de hecho aquí comenzó mi desgracia de 2 días de fiebre y malestar producida seguramente por el clima nocturno.

Error de novato es que no me llevé medicaciones más que para mis migrañas, y mi grupo sólo tenia aspirinas, que bueno, menos da una piedra, pero los 2 días de trekking se hicieron bastante pesados; por suerte el sudor, el agua y esas aspirinas ayudaron.

El trekking acaba en Inle cogiendo una barca a motor que cruza por las casas sostenidas sobre el rio y viendo la vida que se realiza en el mar, los pescadores con esa particular técnica de pesca.

Nyaungshwe es una ciudad dormitorio, en la cual se ve el aumento vertiginoso del turismo en Myanmar, construcciones, hoteles y hostales de todos los precios y categorías mezclados entre pagodas, pero que distan totalmente de la imagen de un Myanmar sin turismo.

Mi alojamiento estaba bastante bien, y aquí pude alquilar un día una bicicleta para irme por ella al rededor del lago y poder visitar los templos que están tanto en sus orillas como en colinas cercanas, no sin tener que evadir a locales que te querían llevar a un paseo por el lago (la atracción principal) y que daba igual la excusa, siempre insistían.Una de las mañanas mientras desayunaba fue curioso ver a los monjes por la mañana en su ritual de pedir ofrendas a sus habitantes, ya fuera en dinero o en comida, pero poco mas ofrece ese pueblo aunque sí es verdad que está bastante adaptado para el turista con ATM, farmacias, restaurantes, bares y demás a lo largo de la calle principal Yone Gyi, de hecho una tarde de descanso antes de volver a Yangón, fue de irme a una terraza a comer y gastar los últimos kyats en monedas desde un segundo piso y ver el ir y venir de turistas mezclados con la población local

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