Tortuguero, el tesoro de Costa Rica

En mi ruta por Costa Rica, Tortuguero era uno de los sitios donde tenía que ir si o si, por varias razones

Costa Rica fue mi 2º país de Centro América, aunque quizás fue realmente el 1º, ya que Panamá, que lo visité justo antes, fue acompañado de mi ex-compañero de piso, por lo que la aventura es diferente…sea como fuera, Dondetemetes.net empezaba a meter las narices en el Caribe.

La ruta entre manglares, pequeños ríos, pantanos y contacto directo con la naturaleza fue lo que más me motivó a llegar hasta allí, teniendo en cuenta que las carreteras no son de lo mejor, pero bueno, valió totalmente el sacrificio, ya que la ruta desde Arenal hasta allí se hace pesada por la carretera, pero bueno, el transporte pagado fue bastante cómodo.

En Tortuguero fui extremadamente rata con el alojamiento, 10€ una doble a compartir con una chica que conocí en Arenal, una habitación sencilla, pero lo suficiente para poder descansar, ya que lo que no tenía intenciones de ahorrar, era en poder adentrarme en la naturaleza… no recuerdo el nombre del hostal, de hecho sólo fuimos a lo más barato, y el encontrarnos cucarachas, salamandras y escarabajos no fue motivo para desilusionarnos, ni siquiera las picaduras y los ruidos por la noche.

La tarde/noche fue espectacular no sólo por lo barato y abundante de la comida, sino también por las vistas y la desconexión paseando por la playa al atardecer y por poder presenciar el desove de las tortugas en la playa y el emocionante camino que hacen las madres para volver al agua dejando a sus crías atrás.

De golpe nos avisaron que se nos recogía en 5 minutos para hacer carrera por la playa hasta una zona donde empezaban a llegar las tortugas, sólo fuimos guiados por unas linternas rojas, las cuales no estresan a las tortugas como las luces blancas.

Lástima que se nos prohibió el uso de cámaras de foto para conservar esa imagen, ¿el motivo? el no alterar el proceso de desove como para poder haber registrado el espectáculo de la naturaleza que teníamos sobre nuestras cabezas: un cielo despejado con via lactea incluida, y en el horizonte una tormenta eléctrica con rayos que caían sobre el Mar Caribe…precioso.

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Al día siguiente, despertando con una gran sonrisa y el ruido del mar de fondo, tocó desayunar bien para remar y remar a la búsqueda de aves y animales…entre ellos tucanes, nutrias, tortugas y cocodrilos antes de iniciar el camino de vuelta.

Sin duda uno de los sitios mas espectaculares del país, que aparentemente se mantiene sin mucho daño por parte del hombre, mi sensación no fue de un sitio masificado por el turismo lo cual espero se mantenga así por muchos años ya que la Pura Vida que rezuma Costa Rica tiene que persistir

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