La entrada a la hermética Turkmenistán, debo decir que fue mucho menos complicada que otros pasos fronterizos, y que el hecho de sentirse incómodo viene dado por que allí ni con inglés ni con español te haces entender… ahora como lenguaje universal : el fútbol, seguro que puedes sacar alguna sonrisa incluso en un país tan cerrado como este.
Viajar a Turkmenistán
Después de visitar la ciudad/mausoleo de Merv, uno de los oasis de La Ruta de la Seda, donde se encuentra el mausoleo del Sultán Sanjar y tener contacto con gente humilde que vive en edificios sencillos en bloques de hormigón y que tratan de subsistir a pesar de la arena, llegamos a la capital del país: Ashgabat
Qué ver y qué hacer en Ashgabat
Construcciones descomunales en calles casi vacías, cúpulas de oro de edificios gubernamentales al lado de mercados de frutas y verduras, estatuas que giran la cabeza mirando al sol o sultanes gigantes custodiando la ciudad desde lo alto, son unas de las atracciones de una ciudad, y en general de un país, raro y poco conocido.
¿ Y dónde está todo el mundo?
Es una visita obligada para seguir hacia el norte hasta Uzbekistán y llegar al famoso Cráter de Darvaza, o más conodico como La Puerta del Infierno
Además de su mezquita y esas construcciones faraónicas, una visita al mercado hace tener contacto con la vida real de los turcmenos y turcmenas es quizás lo más real que te puedas echar a la cara en esta ciudad, al igual que el ajetreo en la estación de tren, pero todo lo referente al gobierno parece sacado de una película, aunque realmente el ex-presidente Niyazov si tenía un ego capaz de hacerse estatuas de oro de sí mismo, creo que nada puede sorprender mas.
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