Reykjavik, capital de Islandia, es una ciudad que si tienes poco tiempo de viaje, puedes perfectamente prescindir de ella ya que a mi parecer, no tiene muchos atractivos, y que sí o sí pasearás por sus calles al ser la única vía de acceso internacional al país, (vale está el aeropuerto de Akureyri, pero es mucho más lío), por lo que puedes dejar para tu último día el paseo por sus calles más importantes.
Keflavik es un aeropuerto pequeño pero funcional, donde te esperan los buses que por 2,500ISK te dejan en la puerta de tu alojamiento y donde mismo se recomienda cambiar dinero si es que no llevas tarjetas, ya que las casas de cambios tienen un horario bastante reducido.
Otra recomendación es comprar en el supermercado BONUS que está en el mismo aeropuerto y los precios de artículos básicos son los más baratos que en cualquier otro de la ciudad
Mi primera noche en el Bus Hostel fue para descansar de la escala Barcelona – Basilea y haber dormido en el suelo la noche anterior, además de poder planificar la ruta como quería.
Antes de dormir me fui a recoger el wifi portatil de la empresa Trawire.
El hostal está muy bien, y es de los precios más bajos de la ciudad, a base de habitaciones desde 4 camas hasta 24, los precios median los 15€ por noche, con «desayuno» incluido, el cual son sólo unas tostadas con mermelada, hay café por 150ISK que puedes rellenar todo lo que quieras, pero no hay nadie controlando aquello por tanto puedes tomar café todo el día echándole un poco de morro.
Las habitaciones (estuve en las de 10 camas), son amplias y nada calurosas, la única pega podría ser que el sistema de cierre de puertas es muy ruidoso, y que tanto check-out y check-in son a «malas» horas: 10am y 3pm respectivamente, y aunque no marches, debes salir de la habitación en esa franja horaria.
Los baños son limpios pero escasos, ya que sólo hay 6 por planta (3 de chicos y 3 de chicas), así que si en mi viaje que fue en temporada baja habían momentos de bastante espera para usarlos, no quiero imaginar en verano.
La zona común está muy bien y es acogedora, hay happy hours de cervezas dobles por 600 ISK, fuera de ese horario el precio sube a 850 (A pesar de ser caro, han sido las más baratas de la zona)
La mañana siguiente al desayuno conocí a un chileno que a su vez tenía planes con una chica polaca de ir al norte en coche, de forma que me animé a ir con ellos esa misma noche, así que todo el resto del día lo ocupé en ir a recoger la bicicleta y pasear por la ciudad. Laugarvegur es el paseo principal con sus tiendas y restaurantes además de Skolavordustigur, la calle con asfalto arcoiris detrás de la iglesia.
Algunos atractivos de la zona son:
«El viajero del Sol», Solfar en Islandés, un barco que evoca los sueños y la libertad, construido en 1986 por los 200 años de la ciudad de Reykjavik.
«El museo del Pene», donde por 10€ puedes visitar la mayor galería de falos de la Tierra, el cual NO visité.La Casa Hofdi, lugar donde comenzó el fin de la Guerra Fría.
La Iglesia Hallgrimskirkja; muy sencilla por dentro y con un mirador en lo alto por 6€ pero que puedes colarte fácilmente
El recinto Harpa, salón de eventos y anfiteatro
El Perlan, un salón de eventos / mirador / restaurant gourmet
La isla de Videy, donde hay un memorial a John Lennon, construido por Yoko Ono.
La Universidad de Islandia y la Playa.
Personalmente creo que poco más, los cuales repito son totalmente prescindibles si la idea del viaje es aprovechar el tiempo en naturaleza y cacería de auroras boreales, y repito, con 1 día completo se pueden visitar todos, y tomando en cuenta los horarios de vuelos de llegada y salida del país, no es muy complicado poder cuadrar una visita a la ciudad tanto al día de llegada y/o al de salida.
Muchos de mis paseos por Reykjavik fueron para cosas sin importancia, como el super o estirar las piernas, todas las calles son de un carríl, por lo que si bien el tráfico puede ser denso, no oyes ninguna bocina ni nadie quejándose.
Por la noche es verdad que la ciudad tiene movimiento, pero sólo la visite un par de noches. El ambiente empieza pronto y de hecho es fácil ver gente ebria a las 10 de la noche.
Mucha variedad de sitios no hay, aunque si te encuentras con un bar gay, pubs karaoke y restaurantes gourmet, todos muy cerca de otros. Los precios de una cerveza doble pueden rondar las 800ISK como mínimo.
A lo largo de toda Laugarvegur te encuentras con un sin fin de agencias turísticas, tanto de viajes organizados como de alquiler de coche, por lo que quizás sea ese el motivo por el cual se frecuente la zona.
Podría decir que Reykjavik tiene su atractivo en esa paz y armonía que encuentras en sus calles NO turísticas; esas calles sin rejas, con bicicletas al alcance de la mano pero sin candados ni protecciones, calles limpias NO por que se limpien mucho sino por un tema cultural de sus habitantes, además de lo corteses, simpáticos y amables de cada uno de ellos al pedir ayuda o información.
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