Hace muchos, muchos años que no volvía a Andalucía.
Las únicas ciudades que he visto de esta comunidad autónoma han sido Sevilla, Granada y Málaga, aunque esta última no cuenta ya que apenas pasé del hotel a la estación de tren y viceversa. Este año, gracias a pertenecer a la asociación de bloggers de viajes de Madrid tuve la opción de apuntarme a un blogtrip que realizó la Diputación de Jaén para conocer sus parques naturales.
Sierra Mágina aparecía en el horizonte, y en mi cabeza, ya que siendo honestos, no me sonaba de nada.
No voy a escribir de qué ver o qué hacer en la zona, o no al menos de forma directa como un post al uso, ya que información de toda la zona la podéis encontrar fácilmente (sin ir más lejos, buscando en la misma web de la diputación o en la de turismo de Andalucía), sino que intentaré transmitir las sensaciones de recorrer sus pueblos y conocer su gente.
Después de un paseo en tren de media distancia desde Atocha, inicié mi viaje hacia Jaén junto a Anselmo del blog ConlaMochila, en cuya estación ya nos estaba esperado Rafael, encargado de la promoción turística de Jaén, con quien nos dirigimos hacia nuestra primera parada. Los baños árabes
El resto del complejo tenía también el Museo de Artes y Costumbres y el Museo de Arte Naïf y un mirador desde el cual las vistas de la ciudad son quizás de las mejores.
Las ruinas de estos baños construidas bajo el Pastillo de Villardompardo fueron el punto de partida de este blogtrip, donde Rafael y Rosa, la encargada del recinto, nos intentaron transportar a los años donde esos baños funcionaban a pleno rendimiento; descubriendo cada rincón e imaginando cómo era el día a día en ese sitio, que no sólo funcionaba como baño sino también como sitio de reunión.
En ese lugar acabamos encontrandonos con el resto de blogs invitados: Mar de MiRuta.es y Cristina de LaEcoturista
Aceite de Oliva. El oro líquido, Orgullo de Jaén
Siguiendo la ruta del blogtrip, los olivos aparecían donde fuera que mirásemos, lo mismo que el aceite de oliva, alimento al cual poco a poco me he ido acostumbrando ya que al menos en Chile abunda el de girasol, y de hecho estaba más acostumbrado a comer ensaladas crudas, pero en España es casi imposible no probarlo, desde en una tostada hasta en un plato elaborado.
Visitando el centro regulador en Bedmar con la compañía de Manuel Jesús, el secretario general, tuvimos la oportunidad no sólo de probar los ensayos de la primera cosecha, sino también de conocer todo el proceso de fabricación del aceite, así como saber entre otras curiosidades, cómo se elige y diferencia un aceite virgen de un «virgen extra»
Nuestro alojamiento nos esperaba en Albanchez de Mágina, listo para descansar de tanto paseo (aunque a veces digo descansar de qué, si hemos estado sentados todo el día, pero bueno…) El check-in en el Hotel Rural Puerto Mágina fue rápido, y la habitación amplia y luminosa donde dejar nuestras cosas y dirigirnos hacia el pueblo de Torres para cenar
El pueblo de Torres nos sorprendió de 2 formas, una por tener el primer contacto con la GENTE de la zona, aquí conocimos a Marisa y Diego, dueños de la Casa Rural Arenaria, quienes nos contaron con mucho arte y pasión, el esfuerzo por vivir de un sueño. El tener un alojamiento rural y no dejarse vencer por los infortunios y manos inexpertas… Si es que muchas veces es mejor hacer las cosas uno mismo antes de delegar…
Por otro lado, conocimos que Torres alberga anualmente un tesoro. El Imaginafunk, un evento de música funk que se realiza en verano, y que llega a desbordar la capacidad hotelera de la zona, y obliga a la acampada o a hospedarse en Úbeda, Baeza, Jaén ciudad o incluso Granada.
Un guiño de la Sierra
Si se viaja a la sierra, es obligatorio hacer senderismo, y eso fue lo que dedicamos durante la mañana del día siguiente.
OcioMágina fue la empresa que nos acompañó en este recorrido (parte a pie y parte en 4×4) recorriendo desde el alojamiento en Albanchez hasta Fuenmayor, pasando por el Centro de Visitantes y el Castillo de Mata-Behid
Seguimos hasta Huelma donde sus calles estrechas, adoquinadas y empinadas nos llevaron hasta su catedral, la cual fue todo un descubrimiento ya que su exterior no demuestra lo curioso de su interior. Juana María, voluntaria, pero que perfectamente podría ser la guía oficial de la ciudad, fue la encargada de transportarnos hasta la época en que ese templo comenzó su construcción, pero sobretodo desvelándonos detalles sabrosos de la época. Una visita con mucho arte
Cuando avanzamos viaje hasta Cabras de Santo Cristo me llevé una sorpresa doble, ya que por un lado, era un pueblo al cual seguramente no hubiera pasado a visitar si hubiera ido por libre, a, y que fue una sorpresa conocer la localidad natal de Arturo Cerdá y Rico, quien no tenía ni idea quién era, pero debería, ya que por mi carrera de óptico, podría haber oído que fue un importante fotógrafo y médico de la época, sobretodo por ser uno de los pioneros con la fotografía estereoscópica. Su casa es todo un espectáculo, ya que por un lado no tiene nada que ver con el exterior, y además el legado de ese y otro tipo de fotografías de la vida y costumbres de la epoca es impresionante.
Por otro lado, el pueblo tenía bastante vida para ser casi el anochecer, de hecho, fue el pueblo donde más gente paseando por la calle había. Todos, como no, reunidos en la plaza del pueblo frente al ayuntamiento
Por otro lado desconocía que de aquí está una réplica del Cristo de la Catedral de Burgos. El cual para mi no tenía ninguna particularidad, hasta saber que dicho Cristo tenía piel, uñas, y estaba cubierto de piel de Bovino.
Habrá que ir a Burgos para verlo
Nuestro último día comenzó haciendo algo de ejercicio subiendo al castillo de Albanchéz de Mágina, el cual habíamos visto a nuestra llegada del viernes. Un sendero fácil de unos 30 minutos desde cuya cima puedes obtener una gran vista de toda la sierra.
Al bajar, pasamos por otro de esos tesoros ocultos. Una pastelería tradicional donde se fabrican entre otros, los mejores almendrados del mundo. Pastelería donde padre e hija siguen al pie del cañon, y que muy por el contrario de lo que se pudiera pensar, por ser algo tradicional y una pequeña empresa, ha podido abrirse paso en un marcado tan difícil como el gastronómico
El pueblo de Belmez es quizás el único sitio de todos que me sonaba de antes de viajar ahí. Lugar donde se encuentra una de las casas más conocidas de España debido a su actividad paranormal. Las caras de Belmez son una realidad paranormal de la cual he oído desde que llegué a España. Caras y siluetas que aparecen en el suelo de una casa y que a pesar de estudios internacionales, o de pintar y asfaltar por encima, esas caras siguen apareciendo. ¿Truco?
Reconozco que la noche previa al hablar sobre la visita, me hice una idea tétrica de lo que íbamos a encontrar…pero nada más lejos de la realidad, ya que me imaginaba una casa oscura llena de misterio y por el contrario me encontré con una casa con mucha luz, y con la tele encendida con el telediario
Manchas de humedad donde actúa el subconsciente (como cuando vemos animales o figuras en las nubes) o realidad sin explicación.
Y pasando de la tradición a la innovación, acabamos nuestro viaje visitando las instalaciones de Olea en Pegalajar, donde un grupo de mujeres emprendedoras, han visto conseguido su sueño de ser empresarias, realizando cosmética teniendo de base el aceite de oliva.
Uno podría imaginar que son sólo cremas, pero la variedad de aceites, sales, jabones y hasta perfumes, te deja muy gratamente sorprendido, a la vez que orgulloso de que gente luche por un objetivo y no se dejen vencer por las adversidades.
Caía la tarde y ya se acercaba el momento de regresar a Madrid, pero no sin antes despedirnos con el estómago contento en Dixtinto, un agradable y concurrido restaurante, donde nos tenían preparado un menú especial de fin de viaje; sobretodo para una de las bloggers que tenía su viaje de regreso pronto y se lo dejaron todo puesto en un tupper. Detallazo.
Si bien este restaurante es conocido por sus arroces, la Tortilla de Patata es todo un espectáculo, tanto visual como al paladar.
5 de la tarde y mi primer blogtrip llegaba a su fin con muy buena nota, ya que uno de mis miedos era de sentirme como borrego corriendo de un lado para otro con poco tiempo de disfrutar de las visitas, o de gastar más tiempo comiendo que conociendo, y ninguno de esos miedos aparecieron, y el comer, que fue buenísimo, siempre fue conociendo un pueblo, una familia, y con una sobremesa suficiente para haber podido pillarle el sabor a la Sierra Mágina.
Iba sin expectativas, tanto del destino como del viaje en sí, y creo que fue lo mejor que pude hacer. Siempre hay cosas que se pueden mejorar, pero al ser mi primer blogtrip, todo fue a mi gusto (es lo que tiene estar acostumbrado a dormir en hostales, comer de supermercado o puestos callejeros y moverse en transportes públicos que en ocasiones pueden ser muy lentos y escasos)
Muchas gracias especialmente a Emilio quien fue nuestro acompañante durante estos 3 días y nos hizo sentir como en casa, preocupado de todos los detalles de esta iniciativa y que, en conjunto con nuestra difusión, se pueda alcanzar el impulso turístico de la zona que desean.
'Descubriendo Sierra Mágina, Jaén.' have 2 comments
28 de noviembre de 2017 @ 11:01 AM jordi (milviatges)
La verdad es que es una de las provincias más desconocidas a nivel turístico de España. Y, aunque solo me faltan 10 de ellas por visitar, no me atre mucho, la verdad. Quizá Ubeda y Baeza sea lo más interesante. ¿no os acercásteis por allá?
4 de diciembre de 2017 @ 10:37 AM dondetemetes
No, nos centramos en SierraMágina y alrededores como ves en el blog.
Durante 3 findes Jaén hizo BT a distintas zonas, así que fue todo muy repartido