Vietjet puede compararse a un Ryanair, pero con aviones que no parecen de plastico reciclado como los asientos de esta ultima, un vuelo de hora y pico hasta Da Nang, para visitar Hoi An.

Había leído que Da Nang es una ciudad nueva, que no tiene mucho atractivo mas que las playas, y eso pude comprobar aunque no me dedicara a ello, ya que directamente me fui a la estacion de buses pagando 150,000 dongs al del taxi, por unas calles totalmente en obras y con un tráfico horrible.

El bus Da Nang - Hoi An, que son sólo 30 kms, costó 100,000 dongs y tardó 2 horas! entre salir de la ciudad, parar donde le saliera en gana, pero lo peor era el claxon con reverb que tenia el maldito autobus…2 horas así se hacían insoportables.

La estación de buses de Hoi An, está al oeste de la ciudad, a unos 10-15mins mins caminando del puente cubierto japones, a las afueras de los mapas así que cuesta un poco orientarse, y si preguntas, te miran mal ya que como no hay gente caminando, los únicos que están para preguntan son motoristas, vendedores de fruta o comerciantes de seda, que te contestarán encantados después de darte toda la lata para que les compres sus productos.

En el camino una chica me detiene, me orienta y luego empieza un discurso sobre su tienda de ropa de seda, que si tal que si cual…lo que menos pensaba era comprar trajes, pero erre que erre hasta que me dice que a que hora pasa por mi al hotel, reconozco que no supe ponerle freno, pero es que era muy pesada y pensaba que si le decia que si, no la volvería a ver

Mi hostal, el Hoa My, estaba apocos metros de su tienda, y me la topé como 3 veces hasta que decidi entrar en ella y que me mostraras sus trajes, sus telas y sus ventajas…es verdad que un traje me iba a salir como 80€ pero primero, no entraba en mi presupuesto, 2do no me iba a andar llevando el peso de un traje todo el viaje…y 3ro, prefería gastar dinero en otras cosas, pero mira al final la mujer creo que se quedó tranquila, le dije que iría al dia siguiente para probarme la ropa, pero para entonces ya iba a estar en camino a Hue, así que dejé mis cosas y me fui a dar una vuelta

El hostal, que hay 2 con el mismo nombre, esta en una callejuela pequeña a pocos metros del puente japonés, la habitación con buen wifi, piscina, luminosa y ventilada fue una buena recompensa al cansancio del viaje, ademas podía hacer fiesta en ella ya que me dieron una triple, para mí solo.

Salgo a una vuelta de reconocimiento, y llegaba a agobiar todo el mundo invitándote a sus restaurantes y a sus tiendas, además temía encontrarme con otr@ kamikaze de la seda, asi que por 20,000 dongs me pillé una bicicleta y me fui hasta la playa de Cua Dai, a 5 kms en linea recta desde Hoi An

Volvía a llamar la atención entre tanto campo de arroz de repente llegar a la playa con arena, cocos y palmeras, y mas aun el hecho de que la gran mayoría de gente se metía al agua con ropa, el día invitaba a probar el mar de China, y así lo hice, un chapuzón rápido que tuvo de premio conocer a Dirk, un alemán viajando solo, con el cual compartimos charla y fotos con unos cuantos locales, nuevamente volvíamos a ser la atracción de la ciudad, cosa rara por que en Hoi An, si hay turistas.

Volví al hotel y sin darme cuenta acabé en brazos de Morfeo por casi 2 horas, justo a tiempo para irme al Puente Japones y juntarme con Dirk y tomarnos unas cañas al lado del río y poder disfrutar del ajetreo de la ciudad, los colores, los sonidos, los barquitos de papel de colores que adornan y navegan llevando sueños, deseos o agradecimientos, obviamente yo no podía dejar de hacerlo, aunque quien me lo vendió, por 10,000 dongs, casi me lo rompe :=

Con los últimos coletazos de las celebraciones del año nuevo, y cerca de media noche, me fui a dormir, pero me desperté pronto para ver la vida de Hoi An sin el ruido y los agobios del día a día, visitar las pagodas y los mercados sin turistas sobre las 7am fue muy agradable, ademas de un día espectacular.

Hoi An, es verdad que merece quizás 2-3 días, dedicando uno a la playa, otro a la ciudad en sí, su vida nocturna es abundante, pero en cierta distinta a la que estamos acostumbrados, ya que por ejemplo en Hue, veréis que es mucho mas “guiri” en cambio aquí sigue manteniendo tintes tradicionales, que le dan un encanto especial.

Volver al hostal, ordené las cosas…desayune una especie de tortilla de plátano, y esperé a Uyen, mi EasyRider, la aventura de 2 días por las tierras altas de Vietnam, empezaba YA!