¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?
Nos hacemos mayores, y cada vez hay menos cosas que nos llaman la atención, tanto en nuestro día a día como cuando nos vamos de viaje por ahí, de hecho, para que algo nos sorprenda, normalmente tenemos que irnos a un destino lejano, o exótico… o ambas.
Pero en mi caso este fin de semana tuvo uno de esos momento en el que la adrenalina y la ilusión pueden más que el frío y el cansancio.
Ruta por la Sierra de Guadarrama
Vivo en Madrid, a 30-40 minutos de la Sierra de Guadarrama, por lo que tener contacto con la nieve debería ser algo habitual para mí, pero ni mucho menos.
Mis contactos con la nieve han sido : Paseando por Berlín y Zurich nevado, día a Andorra en 2007, una gran nevada en Madrid en 2009, hacer un trekking en Islandia en 2015, y la última nevada de Madrid a inicios de 2018. Todo en un entorno bastante urbanita, por lo que hacerme 10km con raquetas de nieve y paseando bajo árboles totalmente cubiertos fue algo totalmente nuevo para mí.
A los pocos pasos de calzarme las raquetas y coger los palos, ya era como si lo hubiera hecho toda la vida, y si bien hubo tramos en el que me caía y me hundía, mi cara de OMFG era evidente. No sabía si mirar a la copa de los árboles, a la luz del sol que se colaba entre la niebla, o a las huellas de una infinidad de animales que por ahí habrían estado hace no mucho.
Como único ruido mi propia respiración y el viento, las 4 horas largas de ruta fueron una autentica pasada a pesar de lo que muchos puedan decir tipo «si no es para tanto».
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Pues para mí, sí que lo fue.
Me acompañaban Kate y Denys del blog ViajamosJuntos, ucranianos que están hartos de ver y hacer rutas por la nieve , y Javier, el 50% del blog ViajaPorLibre, quien junto con su hermano Miguel son quizás de los montañeros más conocidos en la blogosfera española, por lo que para ellos oír que yo nunca había paseado por el bosque o la montaña bajo árboles nevados, les parecía casi tan loco como la gente que nunca había visto el mar… De hecho uno de ellos me dijo :»Cómo sentirás estar viendo ésto por primera vez?». No se puede explicar.
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Al regreso, quizás en el último kilómetro comenzó el cansancio y las ganas de volver, además el clima había empeorado, la niebla era mucho más presente y la zona cercana al puerto de montaña ya estaba llena de niños haciendo muñecos de nieve o lanzándose en trineos… Qué a gusto había estado esas horas siendo sólo nosotros en toda la montaña.
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En breves marcho a Svalbard, la ciudad más al norte del mundo, ubicada en unas islas que si bien pertenecen a Noruega, están más cerca de Gronenlandia, y esta toma de contacto me ha venido genial de cara a mi próxima aventura.
'Mi primera vez en la montaña nevada' have 2 comments
11 de febrero de 2018 @ 7:20 PM baileyvoss
Me encanta la nieve pero no hace tanto frío donde vivo. Esas fotos son realmente hermosas, apuesto a que fue una experiencia maravillosa. Me gusta tu muñeco de nieve. Me gusta ir de excursión pero no pude hacer lo que tú hiciste.
11 de febrero de 2018 @ 7:26 PM dondetemetes
Hola Bailey!
Good luck with your blog.
You live in Grass Valley, isnt it? Sure you have places with snow around you!