San Valentin viajero

¿¿¿Qué bonito es el amor, no??? Bueno, pues aquí seré un poco el Grinch de esta festividad, un poco motivado por estar en soltería, y otro poco por darle un poco de humor e ironía a una fecha tan empalagosa como es el 14 de febrero

Qué se celebra el 14 de febrero

La connotación bonita y en pos de demostrar el amor y afecto no sólo a la pareja, sino también a la familia y a los amigos, fue un invento que la iglesia católica se sacó de la sotana para retirar una celebración pagana llamada Lupercalia donde a las mujeres de la época se les azotaba con la piel de perros y reces impregnada de su propia sangre en signo de fertilidad… Amor por donde lo haya, ¿No lo creeís?

No fue hasta finales del siglo XIV donde un escritor hizo referencia a esta festividad en uno de sus poemas, y desde entonces se comenzó a considerar el 14 de febrero como una fecha de celebración al amor.

Qué regalar en San Valentín

Lo de las flores, los bombones o los poemas ya han quedado en un segundo plano, y desde hace ya un buen tiempo, chicos y chicas se rompen el coco varios días antes para buscar el mejor regalo de San Valentín.

Un regalo muy común en estas fechas es irse de escapada romántica a algún sitio del mundo, quizás no muy lejos ya que aún están los coletazos de la cuesta de enero y otros ya tienen la mirada puesta en Semana Santa.

Pasar San Valentín en España casi siempre tiene dos destinos claros. O nieve o playa, para lo primero las mejores opciones son irse a Andorra / Pirineos, y Sierranevada. Si buscamos playa y un clima más cálido lo más común es volar a Islas Canarias.

Ganan terreno los cruceros románticos por el Mediterráneo y en el lado opuesto, irse de casa rural y perderse entre la naturaleza, la calefacción a leña y el aire fresco.

Viajar en San ValentÍn

Si queremos ganar puntos con nuestras parejas, y nuestro sueldo y trabajo nos lo permite, podemos buscar hacer una escapada de San Valentín donde poder vivir el amor y el afecto en otras latitudes

París: Quizás la ciudad más cliché sobre el amor, con la Torre Eiffel iluminada por la noche y paseando por los Campos Elíseos de la mano. Si ha nevado, el porcentaje romántico se multiplica por 10.

Venecia: Otra ciudad que suele ser muy frecuente en estas fechas, con esos anuncios de ofertas de San Valentín, con la típica pareja feliz a bordo de una góndola paseando por los canales…creo que sale más caro el dichoso paseo que el vuelo hasta Venecia, pero oye, romántico es.

Praga quizás es de las ciudades que más me ha gustado y que más ambiente puede tener sobretodo en invierno. Esa niebla, esos dragones, esos castillos… Me parece un destino mucho más original (dentro de que no lo es realmente) y con el atractivo añadido para mi gusto de no ser tan azucarado como los anteriores.

Edimburgo por su lado creo que tiene su romanticismo en el clima, en la vegetación y en el tema castillos y ruinas que abundan por la ciudad. Atractivo especial de la ciudad son las historias negras del pasado y las leyendas de fantasmas que flotan en el aire de la ciudad.

Ahora si por el contrario buscáis una escapada de San Valentín atípica, Marruecos puede ser un destino interesante tanto por su cercanía, precios y que no será para nada hostigante y pasteloso ya que como buen país musulmán, la demostración de afecto público no está nada bien vista, pero eso no impedirá que si te alojas en un bonito rihad o en una excursión en el desierto, no puedas ser romántico, a la par que original.

Sea cual sea el plan, y por mucho que es un reclamo más para el consumismo, disfruta de este día de forma especial, pero recuerda seguir haciéndolo el resto del año