#TuitQuedadaMicológica 2017. Navaluenga, Ávila.

Nunca he sido muy fan de las setas

Digamos que es un alimento que no he tenido la cultura de disfrutarlo, así como me pasa con el marisco, ya que en mi infancia bastaba con la comida de la tierra, y Chile no es sea conocido por el tema micológico (que yo sepa)

Por eso cuando aparece en las redes sociales lo de la TuitQuedadaMicológica, pues me interesé, sobretodo porque el año pasado vi por distintos medios lo bien que se lo pasaban algunos compañeros bloggers durante un fin de semana en el interior de la provincia de Ávila.

Los astros se unieron para poder tener un viernes disponible y ponerme en marcha hasta Navaluenga gracias a Rebeca e Iradier del blog Recuerdos de mi Mochila, quienes me hicieron un hueco en su coche. Navaluenga lo separa de Madrid 1 hora y poco de distancia.

La Casa Rural Río Alberche, que en sí eran 2 casas vecinas, fueron el alojamiento de ya viejos conocidos, como de otros compañeros de afición. Momento de desvirtualizarlos, y qué mejor forma de hacerlo que en una gran mesa disfrutando de las comidas y bebidas de la zona.

Morcilla, hamburguesas, lomo, tarta y vino, fueron algunos de los ingredientes principales de esta cena de bienvenida hasta casi la 1 de la madrugada, hora en la que el frío nos obligó a meternos en casa aunque nos intentábamos calentar con las brasas que aún ardían y si se podía rascar algo más de la carne de Ávila, pues mejor.

La mañana siguiente empezó fría, así que un café bien caliente y un trocito de la tarta de queso con membrillo de la noche anterior y a por el nuevo día.

No pasaron 2 horas que la fría mañana daba paso a un medio día bastante primaveral para mi gusto, las chaquetas sobraban, y nos pusimos en marcha hacia el elemento en el cual iban a basarse todas nuestras experiencias. Las setas.

Durante toda una mañana hicimos ruta buscando setas en todos los rincones, con más o menos suerte, pero con muchas ganas.

En la ruta si bien nuestras cestas iban casi vacías, pudimos tener unas pinceladas sobre algunas de las variedades que encontramos en el camino, aprovechamos de respirar aire puro y de estirar las piernas , pero sobretodo, prepararnos para lo que se nos venía. La hora de comer.

En el Restaurante «Gema» nos tenían preparada una gran comida donde por 25€ por cabeza, literalmente nos hinchamos. Nunca pensamos que la cantidad iba a ser tanta (aunque ya me lo habían adelantado bloggers asistentes en la edición anterior), pero las croquetas, las setas, el lomo, el queso, las sopas… fueron sólo la preparación mental y estomacal para un chuletón , que en algunos casos era más grande que el propio plato que lo contenía.

La comida estaba buena, sin duda, pero en algún momento yo dejé de disfrutar de la comida que se nos servía, de hecho con la mitad o menos de lo que comí, yo me hubiera dado por servido, por lo que en un momento de sobremesa necesité irme a pasear por las calles cercanas al restaurante, y en parte lamentando haber “perdido” el hacer otras cosas durante esas horas, principalmente por el día de primavera que teníamos, pero claro, si te dicen que en pleno noviembre vas a ir de camiseta, pocos se lo creerían

Seguimos ruta hasta las viñas de Garnacha Alto Alberche, donde imos cómo estaban difindiendo el vino de la zona , tratando de hacerse un hueco entre los Ribera y los Rioja, ya tan conocidos. Además nos gustó saber que han dado trabajo a personas con capacidades diferentes, por ejemplo, en el diseño y etiquetación de sus botellas.

Anochece y nos vamos de vuelta a casa a descansar; algunos echaron la siesta, otros se hicieron alguna infusión y otros sólo nos dedicamos a dar vueltas para bajar un poco al atracón de comida.

Por la noche nos fuimos al ayuntamiento, lugar en el que responsables del evento y representantes de la zona, nos contaron las ganas que tiene Ávila en hacerse un hueco en el turismo familiar. Todo este evento fue amenizado con vino y cena: unas alubias de infarto y un plato principal: Cochinillo pero hecho de una forma totalmente novedosa y deliciosa, gracias al equipo del Restaurante La Sede y a la receta de Ismael González, premiado como el mejor cocinero de Castilla y León

No contentos con ello, hubo otros afortunados que ganaron unos cochinillos en vacío para traerse a casa.

1 am, hora de dormir. En esos momentos echaba en falta un almax… Unos se fueron a por estrellas haciendo fotografía nocturna. Haber hecho algo así en el plan de actividades hubiera estado chulo. Yo no pillé trípode porque no sabía si iba a poder hacerse o no, y como yo no llevaba coche, no sabía si alguien se iba a animar.

Al día siguiente después del café de rigor, nos pusimos en marcha hasta el Museo de la Naturaleza, donde por unas 2 horas pudimos conocer las diferentes especies animales y vegetales que tiene la zona

Nos acercamos luego al pueblo de Cebreros, al Museo de la Transición, y creo que fue lo que más disfruté, no sólo por lo que aprendí ahí, sino también porque quien fue nuestra guía, además de hacerlo muy ameno y educativo, al empezar, nombró blogs haciendo mención a fotos o tuits del día anterior, y quieras que no, eso mola. Han estado pendientes de nosotros.

Conocer España cómo estaba durante Franco, cómo fue el paso a la democracia, y cómo cosas de entonces se mantienen hasta hoy, fue una actividad muy amena.

Se acercaba el fin, y volvimos al centro del pueblo para hacer unas tapas en algunos de los bares de la zona. En el camino, vimos que nuestra presencia además de las redes, había llegado a la prensa escrita

Una vez de regreso a la Casa Rural, hacer maletas y despedirnos, tocaba repartir lo que sobró de los días anteriores, por lo que con mucha imaginación, se hicieron unos cuantos lotes de comida y bebida, que sumamos a las bolsas que nos tenían preparadas con productos de la zona.

Si tuviera que hacer una valoración del blogtrip, debo decir que en su conjunto me gustó mucho, sobretodo por el curro de sus organizadores: Dani, Rodrigo y Antonio, entre otros. Llevar a tal cantidad de blogs, y sobretodo, hablar y convencer a gente y empresas en lenguaje 3.0 a quienes apenas saben lo que es un blog, tiene mucho mérito

El grupo humano de la quedada fue muy bueno y variado. Al algunos les veo casi cada semana, a otros llevaba años sin desvirtualizarlos… Esas son las cosas que más me gustan de este tipo de encuentros. Conocer a quienes están detrás del blog.

La casa rural fenomenal. En verano con la piscina tiene que ser increíble, la única pega es que mi habitación no tenía enchufe, por lo que para el tema poner una alarma o cargar las cámaras puede ser un problema, pero por otro lado, invitaba a desconectar el móvil.

La diversidad de actividades estuvo bien, ya que no solo era buscar setas y comer, como extranjero. el tema de Adolfo Suárez me gustó mucho ya que apenas sabía quién fue.

Ahora, tal y como nos dijo Dani, les comparto mi humilde opinión sobre las cosas que deberían a mi parecer, mejorarse para la 6ta edición:

Si se quiere promover el turismo familiar, deberían buscarse actividades también para los niños, ya que este año salvo buscar setas y los animales disecados del museo, no hubo nada más enfocado a ellos. Quizás hacer algún taller donde se queden los niños a cargo de unos monitores, y los adultos nos vamos a otro lugar (por ejemplo, una bodeda), podría ser una buena idea.

A nivel de dar a conocer Navaluega, poco y nada puedo decir, ya que no conocimos el pueblo salvo el puente románico y el ayuntamiento. A posteriori me enteré por otros blogs, que por ejemplo existe una necrópolis a pocos kilómetros de allí, y hubiera sido chulo verlo.

El tema de la comida, tanto en cantidad como en horario de la misma, creo que es donde más se tiene que poner ojo.

Yo al menos no disfrutaré más o menos un blogtrip según los kilos de comida que ingiera. Como dije arriba, con la mitad de comida yo hubiera estado encantado. La comida del chuletón entre comida y sobremesa fueron unas 3 horas. Demasiado tiempo comiendo, y alterando el horario de las actividades siguientes.

A saber dónde estamos para la próxima edición. Si puedo asistir, será un placer volver a veros e intentar tener más suerte con la recolección, y si el clima no nos echa una mano, seguro que Avila nos sigue tocando

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