PortAventura en Halloween

Volver a ser niño es algo que muchas veces nos recomiendan… dejar atrás las normas, reírnos a carcajadas, jugar sin miedo a que te digan «dónde vas a tus años…» y eso es lo que he intentado hacer hace unas semanas en PortAventura.

A mediados de septiembre, Goldcar, una empresa de alquiler de coches, nos invitó a la presentación de Click’n Go, modalidad de alquilar, reservar y utilizar un coche usando una app.

Abrirlo, cerrarlo, recogerlo, devolverlo y muchas otras opciones mas son las que nos permitirá esta app.

A los asistentes nos obsequiaron un cupón canjeable por:
Alquiler de coche
Entrada a PortAventura para 2 personas
Alojamiento dentro del parque para 2 personas.

Pero teníamos un problema. Las fechas.

El evento se realizó como ya dije a mediados de septiembre, por tanto ya mucha gente estaba «volviendo al cole», y otros tendrían ya sus planes para los puentes de noviembre, diciembre y vacaciones de fin de año, así que me puse manos a la obra…y ¡zas! , GoldCar se lo curró para poder darnos el finde justo previo a Halloween, fecha que PortAventura tiene muchísimo jaleo, por lo que desde ya agradecidísimos.

Sábado 28 de octubre y madrugón a recoger el coche, perdón, COCHAZO. Un Audi Serie 1, que uno acostumbrado a el transporte público, cualquier coche parece un lujo, pero se nota cuando es un coche normalito o algo de mejor gama.

Saltando peajes y haciendo ruta por Reus llegamos al parque sobre las 14pm no sin antes parar en un supermercado a por comida y bebida para ambos días… Y menos mal que lo hicimos…

Halloween en PortAventura

La llegada fue al Gold River Hotel, y admito que el check-in fue algo lento y desordenado, ya que a las 14:30 aún no estaba lista nuestra habitación, y que sólo había una chica para toda la recepción del hotel.

Sobre las 3pm ya pudimos acceder a la habitación, todo correcto, y iniciamos nuestra ruta por atracciones no sin antes tomarnos unas cervecitas, ya que el clima acompañaba. Unos 27 grados.

No nos sorprendió la cantidad de gente en el parque, lo que sí lo hizo fue el porcentaje de franceses, ya que me atrevería a decir que podía ser el 50% de todo el público. No había rincón donde no se escuchara francés.

Desde las 4pm hasta más o menos las 8pm, sólo nos dio tiempo a 3 atracciones. Comenzamos con el Dragon Kahn, mítica, de hecho hace 10 años atrás seguía teniendo tantos seguidores como ahora. La fila fue de 1 hora aproximadamente.

Le siguió Shambhala, una de sus últimas atracciones con su principal atractivo: La caída casi en vertical (86º) y una altura de casi 80 metros.

Lo positivo fue que aquí existía una single-line, que es una fila especial donde puedes ponerte si te da igual llevar sentado al lado a tus acompañantes o no, por lo que la espera no se hizo nada pesada.

Cuando estuve en el Universal Studios de Japón la utilicé en unas cuantas, y la verdad es que se ahorra tiempo, por lo que nos pusimos en esta y en unos 45 minutos pudimos disfrutar del vértigo de esa caída y de las siguientes. Siendo honesto, las 2 primeras son las más impresionantes, el resto no son para tanto.

Le dimos un respiro al cuerpo, comimos algo de lo que compramos y que por suerte no nos requisaron en el control, ya que los precios de la comida en el parque son totalmente desorbitados. Un menú de pollo frito con patatas por 16€. Suponemos que al llevar mochilas pequeñas (de unos 10 litros) casi ni nos miraron el contenido.

La última atracción de la noche fue Furius Baco, y digo noche porque la cola empezó cuando el sol aún pegaba fuerte y tardamos sobre los 90 minutos cuando ya estaba anocheciendo. La espera fue con un «susto» incluido, y no precisamente de los zombies de Halloween, sino que por megáfonos avisaron de un fallo técnico y estuvo unos 10-15 minutos que la atracción no funcionó y mucha gente se salió de la cola.

Debo decir que fue la que más me gustó. Su atractivo es la aceleración de 0 a 135km en solo 3 segundos, además, el hecho de hacer el viaje en la montaña rusa al anochecer, el no saber muy bien cómo era el recorrido y ver pocos detalles al estar oscuro, lo hacía todo mucho más emocionante.

Pequeño dolor de cabeza al acabar, pero totalmente recomendable, así que para bajar la molestia, nada mejor que picar lo que quedaba en nuestras bolsas, volver al hotel a pillar unas cervezas y volver a salir para el espectáculo de cierre del parque.

Pequeño desfile con carrozas y gente disfrazada, aqua-jet y motos de agua protagonizando una breve historia, que si bien podías más o menos entender de qué iba, apenas pude entender ya que el audio en esa zona era malísimo.

11 de la noche, cierre del parque, ninguna atracción abierta, por lo que volvimos al hotel, y nos echamos a descansar. Tantas subidas, bajadas y loops nos habían pasado factura.

Al día siguiente un desayuno ligero (por lo que pudiera pasar), y repetir Furius Baco, que, aunque llegamos a la cola a las 9am, ya había incluso más gente esperando que la vez anterior.

PortAventura en Navidad

El día era cálido para ser finales de octubre, por lo que descartamos montar en más atracciones, y decidimos irnos a la playa más cercana a que nos diera el aire. Check-out a la 1pm y luego un ratillo de arena y brisa antes de las 5 horas y pico de regreso a Madrid.

Seguramente el visitar PortAventura en Navidad sea una alternativa tanto si se vive cerca, o como nosotros, hacemos un viaje por 2 días. Supongo el ambiente del parque será aún más familiar si cabe. Ahora sólo falta que el clima acompañe.